"UN JARDINERO CON SUERTE"


Es posible que suene a retórico, pero los jardineros tienen fama de follar a veces con l@s propietarios de los jardines.

Era un caluroso día de viento sur y el chalet de Getxo que Kristio cuida está totalmente al sol, con lo cual después de casi 3 horas de trabajo estaba totalmente empapado de sudor así como hierbas pegadas a su cuerpo. Los dueños del chalet (un matrimonio de 46 años el y 43 ella) estaban en la terraza de arriba tomando el sol tumbados en sendas tumbonas y totalmente desnudos. Debo decir que el jardín está en cuesta y como Kristio se encontraba en la zona alta de este, podía ver perfectamente la terraza donde ellos se encontraban En un momento dado ya casi acabado el trabajo, Kristio se apoyó en uno de los árboles para descansar un poco a la sombra de este. Desde este lugar pudo contemplar como el hombre totalmente despreocupado ante posibles miradas, aplicaba crema a su mujer por todo su cuerpo manoseándola suave y lentamente. Ella espatarrada en su tumbona se dejaba manosear y cuando el deslizó su mano sobre el expuesto coño de su mujer, ella estiró su brazo hasta agarrar la dura polla de su marido. Se tiraron un buen rato masturbándose mutuamente, hasta que de repente se metieron en la casa y ya no pudo Kristio ver más. Como comprenderéis Kristio estaba con una empalmada impresionante que el pantalón corto que llevaba puesto era incapaz de ocultar. Volvió al trabajo unos 5 minutos más tarde con la polla todavía dura y desesperado porque suponía que estarían follando a tope en el interior de la casa.

Poco más tarde dio por terminado su trabajo, por lo que recogió las máquinas y al ir a marcharse como tenia por costumbre, le llamó al marido para notificarle que se marchaba. Este tardó unos 2 minutos en bajar y al ver su aspecto de sudado y sofocado, le invitó a que se duchase antes de marchar. Tras un momento de duda aceptó la oferta y el marido le indicó que debía subir al baño del piso de arriba ya que el de abajo estaba en obras. El se fue para la cocina y Kristio subió al piso de arriba. Nada más subir las escaleras a la derecha había un salón. Como Kristio subió las escaleras sin meter ruido, la mujer no se percató de su presencia por lo que pudo contemplarla en el sofá abierta de piernas y masturbándose contemplando una película porno, en la que dos hombres y una mujer follaban a tope en un trío espectacular. La polla de Kristio volvió a reaccionar y otra vez se le puso como una barra de hierro. De repente la voz del marido desde la parte inferior de la escalera le hizo reaccionar, todo nervioso porque le había pillado espiando a su mujer, Kristio empezó a pedirle disculpas pero el marido lejos de enfadarse sonrió y subiendo las escaleras le invitó a ir a la ducha y después a acompañarles en el salón a ver la película porno “si le apetecía”.
La mujer se levantó y tal y como estaba totalmente desnuda se acercó a Kristio y posando la palma de su mano sobre el paquete que su polla formaba dentro del pantalón, le preguntó si todavía le duraba desde que les había estado espiando cuando estaban en la terraza (ósea que cuando estaban en la terraza ya sabían que les estaba espiando).

Kristio se fue a la ducha como un flan, había realizado algún que otro trío y sabía que le estaban invitando a realizar uno con ellos. Se duchó concienzudamente para estar bien limpio, salió de la ducha y se secó.
Cuando apareció por el salón, estaba el marido tumbado en el sofá y ella de rodillas en el suelo, comiéndole la polla y mostrando su trasero en pompa. Situándose detrás de ella se agachó y la agarro las tetas por detrás, manoseándoselas y pellizcando sus pezones. Ella de rodillas como estaba separó sus piernas todo lo que pudo en clara invitación a que metiese su mano en su entrepierna, lo cual hizo encontrándose con una vulva mojadísima de jugos vaginales. Se tiraron un buen rato así hasta que tumbándose Kristio boca arriba, se deslizó entre sus piernas hasta alcanzar con su boca la jugosa vulva.
Se dedicó a saborearla de arriba abajo, con su lengua en punta le tildaba el clítoris suavemente a lo que ella respondía moviendo sus caderas y restregándose contra su boca. Dejando de mamar la polla de su marido y estando todavía de rodillas se reclinó hacia atrás, quedando ahora su coño abierto y ofrecido a tope al alcance de la boca hambrienta de Kristio. Su marido se levantó y situándose delante de su cara le ofreció la polla que ella en plan goloso se dedicó a mamar hasta que cerrando de repente sus piernas alrededor de la cabeza de Kristio, se corrió en su boca salvajemente.
Sin darla tiempo a relajarse su marido la agarro por las caderas, la dio la vuelta y poniéndola de rodillas en el sofá, la clavo la polla por detrás hasta los huevos. El marido estaba tan cachondo y con tanto ímpetu se la follo que en 2 ó 3 minutos ya se babia corrido. Kristio que había estado contemplando la follada recostado en una butaca y masturbandose, tenía la polla a punto de reventar y le pidió a la mujer que le ayudase con el “problema” que tenía. Ella sonriendo le dijo que como no tenían un condón en ese momento no podía dejar que la follase pero si le pego una mamada de campeonato hasta que se corrió como pocas veces en su vida.

Desde entonces además de cuidar el jardín, echan un polvo siempre que les apetece.

Kristio
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