"PROFESOR PARTICULAR "


La buena relación de amistad entre Silvia y Luis, la llevó a pedirle si por favor podía ayudar a una amiga que se acababa de comprar un ordenador y apenas sabia como funcionaba. Luis dada su buena amistad con Silvia aceptó enseñarla.
Silvia facilitó a Laura el teléfono de Luis y esta se puso en contacto con el.

Tras varios intentos infructuosos de guiar a su alumna por correo electrónico y por teléfono, llegó a la conclusión de que lo mejor sería darla unas clases prácticas in situ y con el ordenador delante, Laura aceptó el ofrecimiento de Luis y quedaron en que Luis se trasladaría a casa de Laura.
A las 20´30 se presentó Luis en la dirección que Laura le había indicado y tras llamar al timbre la puerta se abrió. Laura le recibió con una amplia sonrisa, ofreciéndole la mano e invitándole a pasar. A Luis le gusto el tacto de la mano de su “alumna”, suave, aterciopelada, uñas muy bien cuidadas, estaba claro que a la mujer la gustaba cuidarse. Dado que se conocían por ordenador y teléfono pero no así en persona, dedicaron unos minutos a charlar y conocerse un poco lo cual aprovechó Luis para realizar un reconocimiento físico de su alumna. Sabia que se llamaba Laura, era rubia y tenía 47 años, pero lo que no esperaba Luis era que se tratase de una mujer realmente bella, con una figura sumamente atractiva y que además la gustaba mostrar sus encantos, a tenor del exagerado escote de la fina y transparente blusa que vestía y que le dejaba entrever y adivinar unos bonitos pechos y un provocador mini-sujetador de color rojo que apenas tapaba los pechos y provocaba que buena parte de estos quedasen a la vista de Luis. Tras 5 minutos de charla, decidieron ponerse manos a la obra y sentarse juntos al ordenador. Ambos compartían un taburete para dos personas que les obligaba a estar muy juntos, casi pegados, lo cual unido a la perfecta visión que Luis tenia sobre el provocativo escote de su alumna, provocó que a Luis la polla se le pusiera casi al momento dura y le obligara a acomodarse en el taburete debido a la incomodidad que le provocaba la erección de su polla dentro del pantalón. A Laura no parecía incomodarla el que Luis no la quitase los ojos de su escote y se diría que incluso disfrutaba con su exhibición y las consecuencias que en el pobre Luis generaba.

Tras hora y media de explicaciones y prácticas, ambos necesitaban un descanso y como Luis le dijo a Laura que no tenia ninguna prisa por marchar y disponía de toda la noche, Laura preparó un poco de cena y sacó una botella de buen vino tinto reserva que ofreció a Luis para que la fuese abriendo. Poco a poco y a medida que avanzaban con la cena la confianza entre ambos fue en aumento llegando incluso a reír a carcajadas algún que otro chascarrillo. El vino era excelente y ambos dieron buena cuenta de el, los efectos de este comenzaban a hacerse notar y Luis volvía a tener problemas con su entrepierna. Laura también se veía animada y en un momento dado en que pilló a Luis devorándola con la mirada las tetas a través del escote, le dijo si prefería que se quitase el sujetador para así poder tener una mejor visión de sus pechos, eso si con la condición de que se volvería a poner la camisa y el no haría mención de ponerla las manos encima.
Luis que es un morboso de campeonato aceptó encantado, pero pidió a su alumna que no tuviese que ocultar su dura polla y pudiese tenerla en una posición cómoda aunque ello implicase que el bulto quedase a la vista de ella. Laura aceptó, se fue a su cuarto y volvió 1 minuto más tarde.

Luis no podía creerse lo que sus ojos contemplaban. Laura se había quitado el sujetador y tras volverse a poner la camisa, únicamente se había atado los 4 últimos botones inferiores. Sus tetas se mostraban lujuriosamente ocultas y expuestas a la vez a la vista de Luis, apenas cubiertas por la fina tela central de su desabrochada camisa. Luis se acarició el bulto de su polla a través del pantalón y le dijo a Laura que estaba preciosa. Laura se acercó a Luis y tras girarse un poco le ofreció la visión de sus tetas de perfil, a la vez que le pedía a Luis que se bajase la cremallera del pantalón y se sacase la polla al aire para poder ella contemplársela tambien. Laura se desabrochó el botón de su pantalón y tras bajarse la cremallera, metió la mano por dentro de su braga y comenzó a frotarse toda la vulva arriba y abajo tan suavemente como Luis se masturbaba delante de ella. El morbo de la mutua exhibición era enorme, Laura con su mano izquierda se desabrochó los cuatro botones que la camisa mantenía abrochados y seguidamente liberó sus bonitos pechos a la vista de Luis que seguía masturbándose y deleitándose con el espectáculo que su alumna le ofrecía. Con el hielo totalmente roto, Luis preguntó a Laura si tanto la gustaba exhibirse ante un hombre a lo que Laura le respondió que la encantaba provocar y exhibirse delante de un hombre. ¿Te gustaría contemplarme mientras me desnudo? ¡Me encantaría! respondió Luis, Pues puedes observarme y te puedes masturbar todo lo que quieras, me voy a mi habitación pero por favor no intentes poner tus manos sobre mi cuerpo, a distancia puedes hacértelo como quieras ¿te apetece?..... ¡Claro tu mandas! Afirmó Luis.
Laura agachándose le dio un beso en los labios a Luis, se dio la vuelta y se encaminó hacia su habitación

Una vez solo, Luis se desnudó por completo y con la polla apuntando al techo apagó la luz del pasillo y se dirigió por este hasta la puerta entreabierta de la habitación de Laura. La puerta estaba casi cerrada y apenas permitía contemplar el interior de la habitación, empujó un poco esta y ahora si, allí estaba ella delante del espejo de su armario acariciándose las tetas y mirándole de reojo por el reflejo del espejo. Su mano derecha acariciaba sus pechos lentamente mientras con la izquierda se acariciaba todo el coño y poco a poco iba bajándose el pantalón, Con el pantalón a la altura de sus rodillas podía contemplar perfectamente su precioso trasero. Dándose la vuelta se acercó hasta el costado de la cama, coloco una pierna sobre el colchón y se quitó el zapato derecho, seguidamente tiró del pantalón que ya lo tenía por las rodillas y terminó de sacárselo pero no hizo lo mismo con su braga sino que tirando de ella hacia arriba se la volvió a colocar en su sitio. Ahora le tocaba el turno a su pierna izquierda y repitió la operación de quitarse el zapato y seguido los pantalones. A estas alturas Luis tenia ya la puerta de la habitación abierta hasta la mitad y desde el umbral de esta se masturbaba a la vista de Laura, que le miraba lascivamente a su mano y polla, pero también le miraba a Luis a los ojos, disfrutando de su frenesí y gozando con el placer que sabia sentía mientras la observaba. Laura con la braga como única prenda, se tumbo boca arriba en la cama y con el dedo índice le indicó a Luis que se acercase a ella. Luis se acercó hasta el costado de la cama y dejó de masturbarse en clara invitación a que fuese la propia Laura quien lo hiciese. Laura deslizó las felinas uñas de sus dedos por el pecho de Luis, descendiendo hasta alcanzar la polla de Luis, abrió su mano y seguidamente la cerró abarcando totalmente la durísima polla de Luis y comenzó a masturbarlo con lentitud exasperante. Con los ojos cerrados Luis se dejaba hacer mientras Laura le recordaba que no debía intentar tocarla y que ella sola se iba a autosatisfacer en su presencia. Mientras continuaba masturbando a Luis, introdujo su mano izquierda bajo la braga y abriendo sus piernas todo lo que pudo comenzó a masturbarse el clítoris y meterse hasta dos dedos dentro de su ardiente coño.

Laura necesitaba algo más que sus propios dedos y le ordenó a Luis que sin tocarla con las manos introdujese su boca entre sus muslos y la lamiese con suavidad todo el coño. Tras quitarla la braga lentamente, Luis se dedicó en cuerpo y alma a dar placer a su señora, sin prisa ni rapidez alguna sino todo lo contrario, lentamente su lengua y labios recorrían y succionaban todos los rincones de la jugosa vulva de su señora la cual le acariciaba el pelo de su cabeza y le animaba a continuar, levantando su pelvis y apretándose contra su boca. De repente Laura, le dijo a Luis que se levantase y se tumbase en la cama junto a ella, ahora quería que Luis la comiese las tetas y ella poder masturbarlo hasta que se corriese. Luis no estaba para muchos juegos más y la pidió a Laura hacer un 69 hasta que ambos se corriesen, Laura que a estas alturas ya estaba también a punto de correrse le dijo que de acuerdo, entonces Luis arrimo su polla a la golosa boca de Laura mientras introducía sus labios nuevamente en la jugosa entrepierna de Laura. Apenas 5 minutos más tarde ambos se fundían en una corrida mutua que los dejó derrengados sobre la cama. Una vez recuperados se ducharon juntos y volvieron a ponerse a tope.

La noche sería realmente larga

Kristio
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