"LA MERCERIA "
Comprando un pantalón en una tienda y esperando a tener sitio en uno
de los 2 probadores que la tienda tiene, como la cortina estaba entreabierta
pude contemplar a la mujer que estaba dentro en sujetador. Como soy un voyeur
empedernido, me dediqué a aprovechar la ocasión con el panorama
que la buena (y buenorra) mujer me ofrecía (unos 48 años, morena,
un poco entradita en carnes como a mi me gustan y unas tetas espléndidas)
hasta que en un momento dado me di cuenta de que ella se había percatado
de que la estaba observando por el reflejo del espejo. Mi reacción fue
la de desviar la mirada pero cuando volví a mirar unos segundos después
hacia el espejo, pude contemplarla desvistiéndose nuevamente (ya se había
vestido) y esta vez me estaba mirando directamente por el espejo. Se quedó
en bragas y sujetador, dedicándose a moverse y exhibirse ante mí
mediante el reflejo del espejo, mientras me miraba sonriendo sabedora de que
estaba provocando en mí un desesperante estado de excitación.
Me puse como un burro en celo y así se lo indique con la mano a lo cual
ella respondió con un guiño de ojo. La mala suerte fue que el
otro probador se liberó con lo cual yo no pude permanecer en el sitio
y con el juego. Como vino más gente me vi obligado a entrar en mi probador
y seguir con mi probatura de pantalón, lo cual fue complicado por la
empalmada que tenía.
Todo nervioso me probé el pantalón y salí del probador
lo más rápido que pude, para intentar dar con la buena señora,
pero me encontré con que ya se había marchado. Pagué y
salí a la calle con la cabeza dando vueltas a lo ocurrido y una tremenda
empalmada que todavía me duraba y me metí en una cafetería
a tomar una cerveza. Estaba yo recordando los hechos cuando la vi entrar por
la puerta, me localizó con la mirada y como había bastante gente
la costó llegar hasta donde yo estaba, se hizo sitio a mi lado y pidió
un zurito. Al haber bastante gente estábamos casi pegados uno a otro
casi de frente y sin darme tiempo a nada noté como su mano derecha se
deslizaba por encima de mi bragueta, este hecho hizo saltar a mi polla lo cual
ella notó y sonrió. Yo para romper el hielo la di la mano y me
presenté, ella dejó mi paquete y me dio su mano. Me preguntó
si lo de la tienda me había gustado y le respondí que me habían
encantado ambas cosas, el morbo de la situación y el cuerpo que tenía.
Entonces ella me comentó que le encantaba exhibirse y calentar a los
hombres a lo que yo la respondí que era un voyeur empedernido y me encantaba
espiar a las mujeres y que estas se exhibieran delante mío. Aprovechando
las apreturas deslicé una mano entre sus piernas (llevaba una falda de
tela) se la subí con los dedos y me puse a manosearla el coño
por encima de la braga. Ella se acercó a mi oreja y me pidió que
metiese un dedo, para lo cual abrió sus piernas lo que pudo. Cuando metí
el dedo me encontré con el coño encharcado de sus jugos, me puse
a deslizar la yema de mi dedo por el clítoris muy poco a poco, lo cual
la puso como loca. Acercando su boca a mi oreja me preguntó si disponía
de tiempo, le dije que unas 2 horas, así que me invitó a ir a
su tienda y seguir "jugando". ¿Que querría decir con
seguir jugando?
Pagamos cada uno lo nuestro para no levantar sospechas y salí del local
unos 30 segundos más tarde que ella, ella me estaba esperando a distancia
para que la siguiese. Tras recorrer 4 calles se paró junto a un local
que ponía se vende o alquila, abrió se metió y dejó
la puerta abierta. Me acerqué y entré cerrando la puerta tras
de mí, cerrando con la llave como ella me había indicado. El local
era una especie de bazar ó algo parecido, bastante amplio y con un despacho-almacén
en un costado. Me metí en el despacho y allí estaba ella esperándome
recostada en un sillón. Me indicó que me sentase en el otro sillón
que había en el despacho y me pidió que no hiciese mención
de acercarme a ella ni tocarla. Cerró la puerta, apagó la luz
del despacho y nos quedamos en penumbra con la luz que entraba por una cristalera
que separaba la tienda del despacho. Colocándose a 2 metros de distancia
se empezó a abrir la blusa, salvo el último botón que me
pidió que se lo soltase yo, tuve que hacer un esfuerzo para no alargar
mi mano y tocarle las tetas por encima del sujetador, que en la postura que
estaba le colgaban de forma fantástica. Seguidamente se quitó
la blusa lentamente, disfrutando de estar exhibiéndose delante mío,
hizo saltar los dos clips que sujetaban su falda y dejándola deslizar
hacia abajo se la quitó con el típico levantamiento de un pié
y otro. Mientras me miraba sonriendo comenzó a coger posturas de exhibición
y provocación mientras se acariciaba las tetas por encima del sujetador
ó metía sus dedos en el interior de su braguita y se masturbaba
adelantando su pelvis hacia mi para que la pudiese contemplar sin el más
mínimo obstáculo. Yo estaba con un empalme enorme y la pregunté
si podía sacarme la polla y masturbarme contemplándola, a lo que
me respondió que estaba deseando que lo hiciera y así ella contemplarme
a mí también. Me levanté y acercándome a ella empecé
a desnudarme con parsimonia al igual que ella. Me desprendí de todo salvo
el slip el cual la pedí que fuese ella quien me lo quitase. Con las bragas
y el sujetador como única prenda se sentó en el sillón,
y me pidió que me acercase. Me paso la lengua por la polla pero por encima
del slip y seguido cogiendo de los laterales del slip me lo fue bajando hasta
que como un resorte saltó mi polla quedando tiesa a tope a un dedo de
su boca. Abriendo esta se la metió entera mientras con la otra me pellizcaba
los pezones. Estuvo unos 10 minutos mamándomela y de repente se levantó
y me hizo sentar a mí en el sillón.
Yo en pelotas sentado en el sillón y ella delante
mío a 1 metro de distancia, se desabrochó el sujetador y dejándolo
caer hacia delante me mostró sus deliciosas y poderosas tetas, se dio
la vuelta y acercándose de espaldas se sentó sobre mí cuerpo,
con la polla metida entre sus piernas aunque no dentro de su coño. Recostó
su cuerpo hacia atrás hasta pegar con mi pecho y levantando los brazos
hacia atrás, me ofreció sus tetas para que se las magrease a mi
antojo, lo cual realicé a conciencia y lentitud. Estaba claro que la
lentitud la encantaba además de ponerla a cien. El magreo que la metí
fue de los que hacen historia, hasta que empecé a bajar mis manos por
su ombligo, alcancé su braga y ahora me dediqué a magrearle el
coño por encima de la braga. deslicé mi mano derecha dentro de
la braga y encontré el coño más encharcado que recuerdo.
Comencé a masturbarla lentamente, deslizando toda mi mano por su coño
(autentico manoseo de coño), cuando me dedicaba a su clítoris
como descendía hasta la entrada del coño y la metía un
dedo primero, luego 2 y hasta 3 dedos.
La buena señora no se podía estar quieta, se agitaba y giraba
su cuerpo a cada acometida de mis dedos, hasta que agarrándome la cabeza
con fuerza me suplicó que no parase, que se iba a correr a lo que respondí
agitando con velocidad los 3 dedos dentro de su coño. Se corrió
como una loca durante unos 20 segundos, tras lo cual quedó inerte sobre
mi cuerpo. Estuvimos como cinco minutos así, acariciando yo suavemente
su cuerpo entero. Tras un suspiro se levantó, se dio la vuelta, me dio
un beso y mirando mi polla tiesa, se arrodilló entre mis piernas y empezó
a comerme la polla suavemente, con los ojos cerrados.
Kristio |