"JUGANDO EN EL METRO"


Apenas 2 días después de aparecer su anuncio buscando conocer a una mujer exhibicionista, Kristio recibió un email en su correo.
El email decía:

“46 años, morena, buenas tetas y me encanta calentar a los hombres exhibiéndome delante de ellos, así soy yo, si te apetece jugar conmigo, quedamos en el metro y te pongo cachondo…juegas ?”

Ciertamente cuando puso el anuncio no confiaba en exceso en que le contestase ninguna mujer, de modo que todo nervioso se apresuró a contestarla.

“Vale, ¿como quedamos?”

Tras varios emails, quedaron al día siguiente, en la estación del metro de Bilbao con la intención de ir hasta Plencia y volver. Quedaron a las 4 de la tarde, suponiendo que iría bastante vacío y así fue, en el andén no tuvieron ningún problema de reconocerse, intercambiaron miradas de complicidad y Kristio pudo admirar las esplendidas medidas de Lucia, la cual vestida con una falda ajustada y camisa vaporosa, cubría ambas piezas con un abrigo largo. Unas tetas generosas y unas piernas robustas y bien formadas, le empezaron a poner la polla a cien pensando en como se lo montaría la señora y hasta donde llegaría en su exhibición. Apenas 7 viajeros mas compartían el vagón y ninguno en los asientos finales. Lucia se introdujo la primera y se sentó en el último asiento mirando hacia atrás, seguidamente le indicó a Kristio que se colocara delante suyo. En ese momento intercambiaron las primeras palabras, que fueron para presentarse y preguntarle ella como le gustaría jugar a lo que Kristio contestó que era ella la que mandaba y dirigía el juego. Ella asintió y le dijo que el vigilaría si venia alguien y que si no había otros viajeros que pudiesen darse cuenta, le dejaba toquetearla y meterla mano.
Sentados uno frente al otro y pegados a la ventana, esperaron a que el metro se moviese, en ese momento ella levantó las piernas y las apoyó en el asiento de Kristio colocándolas una a cada lado de este y tirando de la falda hacia atrás le mostró todo el esplendor de sus muslos y al fondo todo el vello de su entrepierna y el coño apenas cubierto con un minúsculo tanga de color blanco. Lucia con sus manos se acarició suavemente los muslos llegando hasta la fina tela del tanga e introduciendo un dedo por el costado desplazó esta hasta mostrar a Kristio toda la raja de su coño. Primera parada, Lucia baja las piernas del asiento de Kristio y se cierra el abrigo, ni que decir tiene que Kristio ya luce en su pantalón un bulto impresionante lo cual no pasa desapercibido a Lucia.
Arranca otra vez el metro y como no se ha montado nadie en su zona, vuelve a levantar las piernas otra vez y esta vez es Kristio el que alargando su mano acaricia los muslos de Lucia que se deja manosear bien abierta de piernas, incluso cuando la mano de Kristio llega hasta su tanga y desliza un dedo dentro de este. El coño de Lucia está mojadísimo y en la postura que esta, Kristio solo tiene que poner su dedo gordo apoyado en el clítoris de Lucía y comenzar a deslizarlo suavemente realizando pequeños círculos, Lucia con una mueca de placer le muestra su aceptación. Segunda parada y ambos vuelven a su posición de viajeros normales, pero esta vez una señora mayor con bolsas se sitúa en el asiento de detrás de Lucia. Como la señora está de espaldas a ellos y no podía verlos, nuevamente en cuanto arrancó el metro, lucia colocó sus piernas otra vez a los costados de Kristio, pero esta vez fue ella la que metió su mano en su entrepierna y ante la mirada de Kristio que se acariciaba el bulto de su polla por encima del pantalón, Lucia comenzó a masturbarse, llegando a introducirse su dedo índice dentro del coño, Kristio deja su polla y comienza a acariciar los muslos de Lucia mientras esta continua metiendo y sacando su dedo en el coño y su rostro comienza a mostrar el placer que la provoca el juego. Nueva parada y vuelta a su posición de viajeros normales. En la parada de Leioa cuatro viajeros más se incorporaron al vagón, con la mala suerte de que uno de ellos se situó en el asiento de al lado. Lucia y Kristio se miraron ¿y ahora?. Lucia estiró sus piernas hasta rozar las de Kristio, quien agachándose un poco deslizó su mano izquierda y acarició la pierna derecha de Lucia, la cual se había desabrochado dos botones más de la camisa dejando a la vista el soberbio canalillo formado por sus tetas. Con el abrigo como parapeto se acariciaba con la mano derecha las tetas, mirando lascivamente a Kristio que también con disimulo se manoseaba el paquete de su hinchada polla por encima del pantalón. En la parada de Lamiako el hombre que estaba en el asiento de al lado, se levanta y baja del vagón y no sube nadie, con lo cual y como a sus espaldas solo continua la mujer mayor, pero les da la espalda, Lucia se sitúa en el borde del asiento totalmente espatarrada y con la falda subida hasta la cintura, indicándole a Kristio que se agache y le coma un poco el coño. Kristio agachado y un poco de costado sitúa su boca sobre el tanga que apenas cubre la jugosa raja del coño y apartando un poco la tela, comienza a saborear el clítoris de Lucia que le agarra la cabeza y anima a seguir hasta la siguiente parada. En la parada de Algorta, se monta bastante gente y junto a ellos dos mujeres mayores, se acomodan a su lado. Aparte de continuar rozando sus piernas poco más pueden hacer y continúan así hasta la estación de Urduliz donde se bajan ambas. El final del trayecto está cerca por lo que deciden arreglarse y dar por terminada la primera parte del juego.

Como el metro tardará unos 15 minutos en volver a ponerse en marcha, deciden tomar un trago en un bar próximo, donde charlan de lo acontecido en la primera parte del viaje. Ella le comenta que la ha puesto muy cachonda que la comiese el coño en el vagón y espera repetirlo en el viaje de vuelta. Mientras charlan en la barra ella le desliza la mano suavemente por el bulto de la polla a través del pantalón y el se dedica a contemplar las tetas por el generoso escote que Lucia le ofrece, mientras su mano derecha la manosea el culo. Ambos están a tope y deciden meterse en el vagón a esperar que se ponga en marcha. Faltando todavía 10 minutos para que arranque y ante la ausencia de más viajeros, continúan metiéndose mano mutuamente, ella le pide que se saque la polla del pantalón, Kristio la hace caso y tras bajarse la cremallera mete la mano y saca su dura polla al aire, ante la mirada lasciva de Lucia que levantando su falda comienza a masturbarse con la mano derecha mientras con la izquierda agarra la polla de Kristio y le masturba suavemente. Como no hay nadie en el vagón, Lucia deja de masturbarse y agachándose hacia Kristio, comienza a comerle la polla. Golosa levanta la cabeza para observar el rostro de Kristio, el cual está hecho un flan, soportando la estupenda mamada que Lucia le está regalando y vigilando que ningún otro viajero se acerque a su posición. El metro arranca y como no hay nadie cerca de ellos, Lucia se pone de rodillas en el suelo y se acomoda para seguir martirizando a Kristio con su boca y masturbándose a la vez con su mano derecha. Llegando nuevamente a Urduliz, se ponen serios y…. que casualidad, 6 chavales con pinta de roqueros se colocan en el asiento de al lado 4 y junto a ellos los otros dos. ¿Y ahora que? Kristio tiene la polla a punto de estallar y le duele dentro del pantalón, mientras que Lucia está cachonda perdida, con la blusa semi-desabrochada y la falda remangada. Llegando a Gecho Kristio la comenta al oído que vive en Gecho y que podrían ir a su casa, Lucia le dedica una sonrisa y acepta encantada. Ambos se bajan sin hablarse y tras recorrer 3 calles, Kristio se para ante un portal, mira hacia atrás y comprueba que Lucia le viene siguiendo, tras abrir la puerta, entra y espera a que Lucia también lo haga. En el mismo portal la mano derecha de Kristio se sitúa sobre las tetas de Lucia y esta posa la suya sobre el hinchado paquete del pantalón de Kristio. ”Que piso es” pregunta Lucia, “el quinto” responde Kristio. Lucia comienza a subir las escaleras, se da la vuelta en el descansillo y como no hay nadie más en la escalera, se remanga la falda, mete ambas manos entre sus piernas y ante la ansiosa mirada de Kristio se baja lentamente las bragas hasta quitárselas por completo. Seguidamente se sienta en la escalera totalmente espatarrada y comienza a masturbarse. Kristio se acerca a Lucia y arrodillándose dos escalones por debajo de ella, introduce su cabeza entre las piernas de Lucia, acercando su boca al coño de esta, sitúa su boca junto a la mano de esta y ambos se dedican a jugar con el clítoris, ella con su mano y Kristio con su boca. La luz de la escalera se apaga y en la oscuridad, Kristio le dice a Lucia que se separe los labios del coño, se introduce su dedo índice en la boca para mojarlo y seguidamente comienza a introducirlo en el ansioso coño de la descocada Lucia, que manosea el hinchado paquete de Kristio como una loca. Lucia sin poder esperar más suplica a Kristio subir al piso y que se la folle como quiera y donde quiera, diciéndole que haga con ella lo que se le antoje pero que por favor, no la haga esperar más. Kristio saca del coño de Lucia su dedo y colocándolo en los labios de Lucia la pregunta si la gusta el sabor de su propio coño, Lucia está a punto de reventar y asiente con la cabeza. Kristio que también está a punto de correrse, la invita a levantarse, suben hasta el quinto piso y tras introducirse en la casa, agarra a Lucia del brazo, la lleva al salón y tras decirla que se ponga a 4 patas sobre la alfombra, se sitúa detrás de ella y comienza a comerla el coño suave y lentamente………………

Continuará

Kristio
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